Teobert Maler: El presente de lo pasado

Transitar en la avenida Paseo de la Reforma ahora equivale a internarse a la época que va de 1800 a 1900, una fijación del fluir del espacio y tiempo es la fotografía arqueológica del austriaco-alemán Teobert Maler, quién habitó en México de 1864 a 1912.

Su interés por retratar la dimensión cultural maya es reflejado en la belleza de sus fotografías; planos generales, ángulos normales a blanco y negro exaltan aún más el atractivo de sus imágenes, las cuales, no sólo manifiestan el paisaje natural de los vestigios mayas sino que evidencian el modo de vida de los antiguos habitantes.

A través de esta exposición, situada en la Galería abierta de las Rejas de Chapultepec, el espectador es capaz de rememorar aquel periodo, en el cual se muestran las ruinas de la cultura ubicadas en Yucatán y Campeche.

Un traslado de lo citadino de la vialidad a la jungla rebosante de espesura es lo que la exposición ofrece, puesto que al mirar y concentrarse, ya sea en los detalles o en la totalidad de las fotografías, quien las observe tiene la posibilidad de fugarse por unos instantes de la cotidianeidad de la vida urbana.

Asimismo el tamaño del formato de las imágenes exhibidas permite al público apreciar en mayor grado el fragmento de esa realidad expuesta. Adicionado a ello, al ser una presentación montada en la vía pública cabe la posibilidad de ser testigo de dicha muestra a cualquier hora del día.

La luminosidad del sol es el elemento que proporciona la oportunidad de visualizarla, o bien, la noche y la oscuridad adjunta no implican un impedimento, puesto que cada fotografía posee una lámpara que la alumbra. Es así que el ir y venir en aquella vía puede ser un peregrinar idílico.

Un deleite visual del ambiente imperante de aquel lapso integrado a la exploración y documentación científica de la época, trasforma la presente exposición en información histórica valiosa, pues es claro que las construcciones son indicios de modos de existencia específicos, por lo que la obra de Teobert Maler constituye arte memorable, en otras palabras, es la concreción del pasado al presente o, como el nombre de la exposición lo indica, el presente de lo pasado.